miércoles, 11 de noviembre de 2015

Primeros auxilios pediátricos - Cruz roja.

En el cierre de los EDI de Prácticas del cuatrimestre pasado una compañera leyó su relato en el que expresaba la importancia de realizar este tipo de cursos con el fin de contar con los recursos necesarios en caso de vivir una situación en el Jardín que requiera que sepamos como accionar. Motivada por aquella experiencia elegí el curso de Primeros Auxilios Pediátricos de la Cruz Roja.
 
El curso comienza con el planteo "¿qué son los primeros auxilios?". Los primeros auxilios es la ayuda inmediata prestada a una persona enferma o herida hasta la llegada de asistencia profesional. No se refiere únicamente a enfermedades físicas sino también a otros cuidados iniciales como el apoyo psicosocial tanto a las victimas como a los testigos de algún evento traumático.  Entre algunos consejos sugieren que al momento de prestar ayuda nos identifiquemos, que hablemos despacio y con amabilidad, y que utilicemos palabras sencillas para dirigirnos a los niños.
Antes de atender a cualquier persona debemos poner una barrera entre nosotros, la sangre y los líquidos corporales de la otra persona, por lo que deberíamos tener siempre un par de guantes en el bolsillo para poder protegernos a nosotros mismos y a los demás.
 
Los pasos fundamentales para actuar en una emergencia son: revisar, llamar y atender.
Revisar implica observar el lugar y a la persona, corroborando su estado de conciencia y su respiración (mirando, escuchando y sintiendo). En el caso de los bebes el estado de conciencia puede comprobarse soplándole la cara o pellizcándolo en búsqueda de una reacción. Al momento de llamar a Emergencia Medica (107) debemos informarle el estado de la persona y el lugar en el que se produjo la emergencia con claridad y con referencias que permitan la localización sin perdidas de tiempo.
En caso de golpes en nuca o espalda lo más recomendado es no mover al paciente, en el resto de los casos se recomienda ponerlos de costado para evitar obstrucciones respiratorias.
 
Para controlar hemorragias, siempre utilizando guantes, se aplica presión directa sobre un vendaje estéril o un apósito limpio. El sangrado nasal requiere que la persona se incline hacia adelante mientras se comprimen las alas de la nariz con el dedo pulgar y el dedo índice, por un tiempo aproximado de diez minutos.
 
A las heridas hay que lavarlas con agua y jabón blanco hasta que no muestren signos de material extraño. luego se desinfectan con clorhexidina, yodo povidona o agua oxigenada, y se cubren con un apósito estéril o un paño limpio y seco.
 
Los cuerpos extraños pueden encontrarse en oídos, ojos, nariz o piel. En los oídos provocan dolor, zumbidos o audición disminuida, y podría solucionarse colocando 4 o 5 gotas de aceite para bebé y dejándolo actuar durante 1 o 2 minutos, luego inclinar la cabeza para que salga el objeto. En los ojos causan enrojecimiento, ardor, lagrimeo y dolor. Colocándole a la persona la cabeza hacia atrás se puede intentar sacar el objeto con la punta de una gasa limpia, evitando frotar el ojo. Si el objeto no sale, lo correcto es tapar el ojo con una gasa y consultar al centro de salud. Si el objeto estuviera clavado en el ojo no hay que intentar sacarlo. En la nariz provocan sensación de molestia al respirar, mucosidad con sangre o inflamación. Luego de tranquilizar al niño, si puede verse el objeto, le pediremos que sople por la nariz con fuerza mientras tapamos la fosa nasal libre. En caso de astillas en la piel, limpiar la zona con agua y jabón e intentar extraer el cuerpo con una pinza desinfectada.
 
En caso de quemaduras enfriarlas con agua fría hasta que alivie el dolor (entre 15 y 30 minutos). Retirar todas la prendas de vestir que no estén adheridas y se puedan quitar de la zona quemada sin hacer fuerza. Cubrir la zona quemada con un vendaje limpio y seco o con una bolsa o film plástico. no aplicar lociones, cremas o remedios caseros en la región quemada.
 
En caso de golpes en la cabeza, si hubiera perdida de conciencia no hay que mover al niño. si estuviera consciente se recomienda evitar que se mueva. revisar la cabeza buscando heridas o alguna hemorragia. Prestar atención a los siguientes signos de alarma: cambios de actitud, somnolencia, agresividad, vómitos o perdida de equilibrio.
 
Si una persona convulsiona no hay que introducir nada en su boca. Protegiendo la cabeza con una almohada o similar, debemos procurar no impedir los movimientos ni sujetar al niño.  Controlaremos el tiempo que dure el ataque y cuando termine limpiaremos nariz y boca. lo colocaremos de costado para evitar riesgos si vomita. Es probable que luego de los sucedido se quede dormido. Si no responde ni respira se comenzará con la maniobra de RCP.
 
Las causas más frecuentes de paro cardio - respiratorio son: los traumatismos, los accidentes cerebrovasculares, las reacciones alérgicas severas, la asfixia, el ahogamiento, el choque eléctrico accidental y la fibrilación ventricular.
La Reanimación Cardio Pulmonar tiene como objetivo que la sangre circule y que llegue oxigeno al cerebro.
Características de RCP:
  • Fuerte. En adultos utilizar las dos manos y hundir los dedos por los menos 5 cm del pecho. En niños utilizar una mano y hundir por lo menos 1/3 del torso. Para lactantes utilizar dos dedos y hundir 1/3 del torso.
  • Rápido. Realizar 100 compresiones por minuto, realizándolas al ritmo de "Staying alive".
  • Constante. Hasta que la persona reaccione, hasta que llegué el servicio de emergencia medica, hasta que necesite un reemplazo o hasta que la escena se torne insegura.
Se recomienda cambiar de operador cada dos minutos, que la maniobra se realice sobre una superficie rígida y que no se tema realizar mucha fuerza.
Para la utilización del DEA (Desfibrilador Externo Automático) se sugiere que para personas de más de 8 años se utilice un DEA de adultos. Entre el año y los 8 se utilizan pads pediátricos. Para menores de un año solo se podrán utilizar aquellos equipos que indican en sus instrucciones que son seguros para lactantes.
En caso de realizar respiraciones de rescate utilizar elementos de bioseguridad y realizar 30 compresiones por dos respiraciones. 
 
Si una persona tiene una obstrucción de las vías respiratorias por un objeto extraño, debemos realizar las siguientes maniobras:
  • Primera maniobra de desobstrucción inclinando a la persona hacia adelante sosteniéndole el pecho con la mano y aplicando 5 golpes en la espalda. (Si el objeto no sale continuar con la siguiente maniobra)
  • Segunda maniobra de desobstrucción, rodeando a la persona por detrás con los brazos a la altura de la cintura, ubicaremos el ombligo con una mano y colocaremos el otro puño cerrado contra el abdomen. sujetando este puño haremos 5 presiones hacia adentro y hacia arriba. (si el objeto no sale expulsado repetir la primera maniobra)
La maniobra de desobstrucción en niños se realiza del mismo modo: 5 golpes en la espalda y 5 compresiones en el abdomen, colocándonos por detrás de los niños de rodillas.
 
La maniobra de desobstrucción en lactantes se realiza sentado, colocando al bebe sobre nuestro antebrazo y apoyándolo sobre nuestras piernas, boca abajo para darle 5 golpes en la espalda y boca arriba para realizarle las 5 compresiones en el pecho.
 
Cuando me anoté para estudiar esta carrera no podía imaginarme el grado de responsabilidad que implica estar en un sala con los chicos, haciéndonos cargo también de su bienestar físico.  Por eso considero que este es un curso que todos los docentes deberíamos realizar, para saber como ayudar si alguien lo necesita.